sábado, 11 de septiembre de 2010

Cap. 15

Yo reí. Tenía razón... ¡Menudo día!


Comí con mis padres y con Tania. Ella había quedado con Rubo por la tarde.

Recibí un sms, era de Marcos:

Quedamos a las 4:30 donde siempre, avisa tú a las chicas. TeQuiero (L)

Solo Carla y Jessica estaban al tanto de las novedades, asique a las demás ya se lo diría de tarde. Les mande un sms a todas: Carla, Jessica, Laura, Irene, Sheila, Noelia y Lucia que ponía:

“Chicas 4:30 onde siempre, vamos todos!”

A las 4 marchó Tania y yo me empecé a preparar, me puse unos piratas, una camiseta de tirantes y unos playeros. Cogí el dinero y el móvil y salí de casa. Llegue al parque, había llegado pronto. Me senté en un banco, me puse la música del mp4 y me relajé, aun quedaban cinco minutos para las cuatro y media. De pronto me agarraron por la cintura, pensé que era Marcos, pero no, era David. Este chico no me iba a dejar en paz en la vida, ¿no? Conseguí correr hasta el piso de Marcos, que como estaba al lado, aun no habría salido de casa, el estaba yendo ya al parque donde habíamos quedado, yo me tropecé y el vino a ayudarme cuando me vio. Le conté todo lo que había pasado. En cuanto David vio a Marcos, se marchó, pero a mí eso no me tranquilizaba, no podía estar todo el día dependiendo de él.

El volvió a cagarse en todo lo que tenía que ver con David. Yo estaba histérica, pero esta vez no lloraba.

- ¡Ahora vamos a denunciar al Hijo de puta ese! – dijo muy enfadado

- Vale, pero vamos a avisar a los otros.

- Está bien – cedió

Fuimos a donde estaban los demás, primero empezamos por lo más importante. ¡ESTABAMOS JUNTOS!

Le contamos a todos lo de David en la fiesta y lo que me había pasado, todo. Como no podíamos ir todos a la policía, ellos se quedaban ahí.

- Yo, ¿voy yo contigo? – me preguntaron Carla y Jessica casi a la vez

- No, Marcos lo ha visto todo. Además hace muy buena compañía – reí.

Nos dirigimos a la policía, por el camino, como es lógico después de los dos últimos días(exceptuando la declaración de Marcos), estuve callada y triste. Por el camino Marcos se sentó en un banco y me sentó encima de él.

- Yohana, no quiero verte así, alégrate un poco, sé que es difícil todo lo que te esta pasando, pero todos estamos ahí para ti. Yo estoy ahí para ti.

Le di un abrazo muy fuerte.

Te Quiero – le dije

- Y yo a ti – me contestó

Llegamos a la oficina de los policías y Marcos se lo conto todo, incluida la paliza que el le dio a David por lo de la fiesta. Ellos me hicieron preguntas, pero como no había llegado a nada, me dijeron que a la próxima les avisara.

No hay comentarios:

Publicar un comentario