lunes, 23 de agosto de 2010

Cap. 8 ;D

Piqué a la puerta, puesto que era obvio que no se habían percatado de mi presencia, si, habían, allí estaban Tania y Rubén o “Rubo”. Se separaron rápidamente.


- Puedes pasar – dijo Tania

- Ya, evidentemente, esta es mi habitación – dije riendo. Los dos se destensaron.

- ¡Hombre guaja! – Me dijo Rubo – si, ya lo conocía, desde hace tiempo, coincidimos un día en casa de Tania, era muy amable, tenía el pelo corto y castaño, era alto y delgado, sus ojos eran marrones. La verdad, me llevaba muy bien con él, era muy majo y estábamos todo el día picándonos, me dio mucha pena cuando lo dejaron. Vino a abrazarme - ¿Qué tal?

- ¡Bien! Tranquilo que esta noche yo me piro, con que estéis cerca para volver juntos – dije

- Genial – me dijeron Tania y Rubo a la vez. Yo reí

- Bueno yo me voy, ¿paso a recogeros a las 10?

- Genial – dijo Tania.

Me dio un abrazo y a Tania un beso y se fue.

- Cuéntame lo todo – dijimos histéricas las dos a la vez, luego reímos.

- Empieza tú con lo de Marcos - dijo

- Vale, haber, fuimos al parque… – le conté TODO, absolutamente TODO lo que había pasado.

- Tía, que la otra eres tú, no ves que ahora se acerca mucho a ti, eso es porque quiere hacerse amigo tuyo, al igual que con la chica que le mola. Qué casualidad… - dijo irónicamente. Yo reí.

- No creo tía… - Suspiré

- Ya me contaras cuando estés felizmente casada y con 16 hijos correteando por la casa – dijo riendo. Yo también reí.

- Ahora te toca, ¿qué paso con Rubo? – le pregunté

- Haber, vino por sorpresa y nos abrazamos, me conto todo lo que le había pasado y me conto que no había estado con nadie, cosa rara en él, yo le pregunte que por qué, el me dijo que había tenido sexo, pero nada más, cosa que me extrañaba aun mas, porque tú sabes que él no es así – Yo asentí – Le pregunte de nuevo que porque y me dijo “por ti Tania, Te quiero” y me besó, yo seguí y ahora volvemos a estar juntos. Me dijo que no sería tan celoso y que se había comportado como un gilipollas. A ver si es verdad…

- Seguro que si, sabes que te quiere y tu a él también… - Dije yo

Asintió. Entre tantas cosas ya eran las ocho y cuarto. Avisamos a mi madre de que nos hiciera un pincho que no teníamos hambre puesto que era muy pronto, ella asintió. Se ducho Tania, que ya sabía que ropa iba a coger. Cuando salió me dijo que había hecho una buena elección. Me duche yo y ella bajo a por los bocadillos, los tomamos mientras secaba el pelo. Ya eran las nueve menos cuarto, a las nueve empezamos a vestirnos. Tania escogió un vestido palabra de honor negro con un poco de blanco, estaba muy guapa, se puso unos zapatos de tacón negros una diadema blanca. Esto me recuerda que no la he descrito. Tania tenía el pelo ondulado y negro y marrón, sus ojos son marrones era bastante alta y si se ponía tacones, me sacaba un buen cacho. Era muy simpática pero si alguien le hacía algo a ella o a sus seres queridos era capaz de matar. Yo me puse un vestido azul con unas francesitas y una diadema blancas (a juego) Estábamos muy guapas. Nos maquillamos, eran las diez menos diez. Cogimos los bolsos y fuimos a la calle. Llego Rubo.

- Joder Tania, ¿no te podías haber puesto más guapa, no? – Se quedo embobado – y tu guaja, joder, haber si enseñamos menos ¡eh!- todos reímos

Nos fuimos con él. Llegamos a la discoteca, ellos se fueron por libre.

A las doce menos cuarto alguien tiro de mi brazo y salimos de la discoteca ¿Quién era?

No hay comentarios:

Publicar un comentario