sábado, 11 de septiembre de 2010

Cap. 26

El sábado y el domingo, eran los últimos días, fueron perfectos, Marcos estaba un poco raro, pero no le di mucha importancia.


Llegue a casa el domingo y me conecte al tuenti. No tenia muchas novedades, solo un mensaje privado y eventos, porque ese mismo jueves me había conectado.

Mire el privado, era de Mary, era un poco pesada, lo leí.

“ Yo que tu hablaría con tu novio, que se anda liando con otras por ahí”

Le respondi:

“Que sabras tu… haber sorpréndeme, con quien?”

Estaba conectada y no tardo en responderme:

“Conmigo, eres una ilusa, te cres que te quiere tsss xD”

Dios, como la odiaba, estaba asustada por si era verdad, pero quise pensar que no, que nada era verdad. Estaba pasando un mal rato.

Al día siguiente recibí un sms, era de Marcos:

“Tenmos q hablar. Te paso ha buscar a las 4”

De repente me acordé de lo que me había dicho Mary, me entro el miedo, no me había puesto ni preciosa, ni un te quiero, ¡NADA!

A las cuatro paso por mi casa y baje, fuimos al parque de la primera vez, iba callado.

- Cariño, ¿Qué te pasa? – Le dije yo

- Ojala pudiera – me contesto en un susurro, no comprendía nada.

Llegamos al banco, le pregunte y al rato me dio un beso. Qué raro era todo eso, no entendía nada.

- Es que el viernes, cuando estabas mala, fui a la fiesta, ¡no debía de haber ido joder! – me estaba empezando a preocupar – pues que, me emborrache y… y… me lie con Mary – bajo la mirada.

- Y yo que me lo creí todo, - empecé a llorar, se podía ver en sus ojos tristeza, pero yo en ese momento no me fijé. Le di una bofetada y me fui, fui a casa de Carla y ella llamo a Jessy, Sheila y las demás para que fueran.

Cuando ya estábamos todas, se lo conté, ellas me apoyaron. Cuando llegue a casa escribí mi diario.

Cap. 25

Estaba leyendo cuando Marcos me abrazo por detrás.


- ¿Vamos a dar una vuelta por fuera?

- Vale. Vamos

- Oye chicos que nos vamos a dar una vuelta, ¿venís? – Les dijo Marcos a todos.

Prácticamente todos contestaron que no o que más tarde, pero Carlos y Sheila vinieron con nosotros. Salimos de allí y fuimos al parque.

- Chicos, nosotros nos alejamos un rato. Nos vemos aquí en media hora ¿vale? – Les dijo Marcos a Carlos y Sheila

- Vale, nosotros estamos en un banco de estos – contesto Sheila, ya que ella conocía mejor la ciudad.

Nos sentamos en un banco, me senté como siempre, con los pies donde deberías sentarte y sentada en el respaldo. Marcos me agarro por la cintura como solía hacer. Me dio un respingo recordando la última “visita de David” y me senté de manera normal. Él lo debió de notar, pero no pregunto nada, hizo bien, no me apetecía hablar de ello, me volvió a abrazar de manera tierna, me dio un beso en la mejilla y me susurro – Tranquila - ¿Cómo quería que estuviese tranquila?, era de noche, no quería que a él le pasara nada ni que el imbécil ese se nos acercara.

Estuvimos así bastante tiempo, vi una sombra de lejos y me estremecí.

- Podemos irnos – dije asustada

- Claro preciosa – me dijo, me dio la mano y caminamos a donde habíamos quedado, no había pasado media hora, ellos no esperaban nuestra llegada y estaban dándose un beso. Cuando nos vieron se separaron rápidamente.

- No se lo digáis a nadie todavía – nos dijeron a la vez

- Vale – dije yo, miré a Marcos – Vamos…

Llegamos al bajo y me tumbe en la litera, no me encontraba nada bien, estaba mareada y tenía una sensación muy rara en el estomago. Asique me puse a intentar dormir. Marcos se echo conmigo en la litera y me acarició el pelo. Conseguí dormir y a la mañana siguiente me desperté, no había nadie, mire en las literas y vi a Marcos, estaba despierto,

- Preciosa, has despertado – me dijo bajando de su litera – les dije que yo me quedaba contigo, como se fueron y tú te encontrabas mal no te desperté – Le di un beso

- Gracias

- ¿Estas mejor?

- Si.

Estuvo toda la tarde conmigo y de noche querían ir a una fiesta.

- Marcos vamos. Joder, luego dicen que las chicas tardan en arreglarse – le dije yo.

Todos reímos. Yo iba vestida con el vestido de la última vez, con el que marcos me había dado nuestro primer beso. Salimos y fuimos caminando a la misma discoteca que la última vez.

- Me encanta ese vestido – dijo sonriendo

Nos lo pasábamos genial, íbamos a la piscina, al parque, comíamos casi todos los días pizza, excepto algún día que cocinábamos algo (fácil, porque no éramos buenos cocineros) Y la semana fue perfecta, el viernes, me encontré mal de nuevo, pero esta vez no era el mismo malestar, ellos salieron de fiesta, yo convencí a Marcos de que fuera, cosa que me costo.

Cap. 24

Danny: Cuñada! (:


Yo: Hola^^

Danny: Que, te gusto mi casa?

Yo: …

Danny: A claro, que solo viste la habitación de Marcos xD

Yo: & la tuya también la vii! Ai qe ser ordenadoo eh!

Danny: yaya

Yo: ¿Cómo sabias quien era?

Danny: no ves como esta su habitación de Papeles que ponen: “ Y & M” “Yohana & Marcos” “19-6”

Yo: jaja, algo había notado xD

Danny: La verdad que menuda declaracion, según me conto…

Yo: ¡Perfecta, como el! (L) Esque me ayudo mucho ^^ La semana que viene te robamos a tu hermano :)

Danny: Ya, jaja, ya me lo ha contado. GRACIAS

Yo: Pero si no es tan malo…

Danny: Ya, porque tu no lo aguantas… jaja

Yo: Por mi me mudaba pero YA!

Danny: Mnudas ganas…

Yo: Bueno, marcho (L) Adios :)

Danny: Chao cuñada…

La verdad que era muy majo, no sé cómo podía pensar que era borde. Me acosté y me fui a dormir.

El sábado y el domingo pasó rápidamente. Preparamos las maletas y eso y el domingo a las ocho nos juntamos todos en la calle del instituto, que era donde estaba el bajo. No llevamos sacos de dormir porque había literas, dos habitaciones unidas con literas.

Eran ya las diez, entre que lo hicimos todo, dieron las diez. Llevamos varios portátiles, para ver la tele y todo eso así que nos pusimos a ver cosas, casi todos pelis o algo así.

Yo no tenía ganas de ver la tele así que me puse a leer en mi litera (que era la de abajo, porque me caigo de la cama con frecuencia) En la litera de arriba iba Marcos y por casualidad (gracias a Pablo, Marcos y a mi) a Sheila le toco en la de debajo de la de Carlos.

Cap. 23

- ¿Nada? – dijo el


- No, nada, que, ¿cenamos?

- Vale anda – dijo él con cara de “esto no se lo perdono en la vida”

Fuimos a la cocina, cenamos y eran las nueve y veinticinco, volvimos a la habitación.

- ¿Como que nada? – Me agarro por la cintura y me tiro en la cama - ¿Nada? – me dijo riendo y con las manos para hacerme cosquillas

- Vale, me rindo, acepto – me cogió la cara, se coloco encima y me dio un beso largo.

Estuvimos abrazados con mi cabeza sobre su pecho, podía sentir su corazón, menuda sensación. Dieron las diez y cuarto, estábamos besándonos cuando abrieron la puerta de su habitación. ¡Mierda! Pensé que eran sus padres, o su hermana pequeña, pero no era su hermano, menos mal.

- Joder, vais a quedar secos chicos – dijo riendo cuando ya nos aviamos separado apresuradamente, al ver que era él, nos volvimos a acercar un poco mas – vine pronto porque pensé que agradeceríais saber que papa, mama y la enana llegan en breves, me llamaron ahora.

- Vale, ella a las once tiene que estar en casa asique en quince minutos más o menos le acompaño a casa.

- Vale. Adiós – Cerró la puerta y se fue.

- Menudo susto me he llevado – dije yo

- Y yo, que quien los aguantaría luego, soy yo – dijo el riendo – Son y media, ¿vamos yendo?

- Vale.

Fuimos a la habitación de su hermano, estaba en el portátil.

- Danny, voy a acompañarla, volveré a las once y cuarto más o menos, cúbreme.

- Está hecho – respondió Danny

Fuimos hasta mi casa y paramos en el último banco que había antes de llegar a ella. Quedaban diez minutos para las once.

- Oye, y si esto sale mal, jodemos a toda la pandilla

- Para empezar, eso se verá cuando salga mal, que espero que no. Y esto no puede afectar a los demás, somos amigos, ¿no? – El rió y me dio un beso.

Me acompaño hasta la puerta, saque las llaves y cuando iba a abrir nos dimos un beso y se fue.

- Te quiero, ya te contare como le has caído a mi hermano – dijo riendo.

- Y yo a ti – respondí y abrí.

Llegué a casa, estaban todos en el salón, entre y saludé.

- ¿A dónde habéis ido? – pregunto mi madre.

- Hoy no fuimos a la pisci. Fuimos a pagarle a los vecinos lo del bajo para la semana que viene, menuda semana vamos a pasar y luego fuimos a casa de Marcos.

Fui a mi habitación, me puse en el ordenador, primero en el msn y luego al tuenti. Lo deje iniciando sesión y eso y me cambie. Mi madre pico a la puerta.

- ¿Quieres fuisteis a casa de Marcos?

- Danny, Marcos y yo – dije riendo. No iba a mentir a mi madre, no me gustaba hacerlo.

- Vale – parece que se conformo con mi respuesta. Cerró la puerta y se fue.

Mire el tuenti primero, hacia una semana o así que no me conectaba, tenía dos peticiones de amistad, fotos del día en la piscina, un privado y eventos. Mire los eventos, había bastantes y acepte unos cuantos; mire las fotos y comente bastantes, había sido un día genial, había una en la que Sheila estaba con Carlos y los dos la tenían de prin, tendría que hablar con ella; mire el privado, era de Mary :

“Pues me alegro por ti. Yo mbn, solteriita… xD”

No le respondí más; mire las peticiones: Carlos Varela y Danny Fernández, Carlos y el hermano de Marcos, les acepte. Le deje un mensaje a Carlos:

“Carliitos (L) Que ganas de esta semana :)”

Danny estaba conectado al chat. Me habló

Cap. 22

Cerré el móvil. Y lo guarde en el bolso.


- ¿Eso es un sí?

- Si – dije riendo

Entramos en su portal y subimos a su casa.

- Vamos a avisar a mi hermano. ¿Ya lo conoces, no?

- Si, de vista – Era verdad, su hermano era muy alto, de pelo marrón y ojos verdes, como Marcos. Tenía dos años más que nosotros, no lo conocía mucho, era un poco borde pero se llevaba bastante bien con Marcos. Se llamaba Danny.

Fuimos a la habitación de su hermano, él pico a la puerta.

- Pasa – dijo su hermano, el paso y yo me quede en la puerta. La verdad que dentro de casa no parecía tan borde – Hola, Yohana, ¿no? – dijo cuando me vio.

- Hola. Sí, soy yo – respondí sonriendo. La verdad que estaba bastante incómoda.

- Eso es un se queda a cenar, cenas con nosotros o te piras con los amigos, ¿no?

- Joder tío, como me conoces - dijo riendo – Básicamente es eso, ¿quedaste?

- No pero me piro igual, y os dejo solos – dijo riendo y mirándonos a los dos. Salió de la habitación y al salir me dio un abrazo – Chao cuñada – yo reí. Fue a la cocina, cogió la chaqueta vaquera y se metió la cartera y el móvil en los bolsillos y salió por la puerta.

Fuimos a la habitación de Marcos, la verdad que estaba bien organizada y aunque no era muy grande había sitio libre. Se sentó en la cama y yo a su lado.

- ¿Qué te parece? – me dijo

- ¿Qué me parece que?

- Mi hermano – respondió

- Bien, la verdad que pensé que era un borde, pero es majo

- ¿Borde?

- Si, no sé porque, pero lo parecía y como sois hermanos, pensé que os pareceríais en eso – dije riendo

- ¡Oye! - me empezó a hacer cosquillas

- Para, Marcos, ¡Para! – me estaba muriendo de la risa, no podía aguantarme. Por fin, el paró. Menos mal…

El se empezó a reír.

- ¿De qué te ríes? – dije poniendo cara de enfadada


- Te tenias que haber visto la cara – dijo riéndose aun. Que capullo era. Me acerque para darle un beso y cuando estábamos a un centímetro me di la vuelta – Eso no vale. Voy al baño, ahora vengo.

Me senté en su escritorio, lo primero que vi fue un papelito que ponía:

“Tus labios son mi debilidad, por si no lo sabes, siempre voy a hacer lo que me pidan. Y & M”

Me encantaba esa frase. Cuando llego del baño se la dije.

- ¡Jo! Ya lo leíste – me dijo poniendo cara de pena

- ¿Todo lo que te pidan, Todo todo todo?

- Si, absolutamente todo

- Pues dame un masaje – dije riendo

- Eso no lo dicen los labios, eso es la boca – dijo haciendo una mueca. Yo reí.

- Bueno pues entonces nada…

Cap. 21

- Diego, es para matarte, esta te la debo – dije desde dentro del agua – No sabía que conocías al nuevo – dije señalando a Carlos.
- Ni yo hasta que he visto que era el – dijo riendo – creo que para conocerle deberíais acercaros vosotros a él, es muy reservado
- Vale – me aleje y fui hasta Marcos que ya estaba en el agua – Oye voy a ver al nuevo, no te enfadaras, ¿no? – Le dije y le hice una aguadilla
Fui hacia las escaleras, subí arriba y le hice una señal a Pablo de que se alejara y salte al lado de Carlos chiscándole, le hice una aguadilla.
- Diego, yo te mato chaval – se giro y vio que yo no era Diego
- Creo que yo no soy Diego, jaja, Diego es aquel – dije riendo
- Ya, tú eras, Yo, ¿no?
- La misma – dije riendo, le hice una señal a Sheila para que viniera, me debía una.
Empezamos a hablar, vi a Marcos con Irene, Lau y Noe. Fui allí y deje a los dos solos. Subí al muro de donde estaban ellos y me tiraron. Yo les mataba. Me acordé de que le debía una a Diego, fui a donde estaba el y le tire pero yo caí con el también. Nos reímos muchísimo. Salimos del agua nos pusimos en corro y empezamos a hablar de todo un poco.
La tarde paso rápida. Luego fuimos a la casa de Diego, era bastante grande y nos sentamos en el patio. Hablamos de alquilar un local para dormir tres días todos juntos, que entre todos, no sería a mucho. Nos pusimos de acuerdo y le alquilamos uno a unos vecinos, una semana eran 300 €, si era caro, pero éramos muchos, asique nos dio un poco igual, además era grandísimo. Al final, nos quedábamos una semana. Iba a ser un desfase.
Lo hable con mi madre y me dejó. A todos nos dejaban. Éramos: Carla, Aitor, Laura, Irene, Sheila, Noelia, Jessica , Diego, Lucas, Marcos, Pablo, Carlos y yo. ¡ERAMOS 13! Nos tocaba pagar 24 € cada uno más o menos. Era un buen precio. Y la semana siguiente no se iba ninguno de nosotros de vacaciones.
La semana paso rápida. Mis días eran rutinarios hasta el jueves:
La mañana normal hasta las doce y media, a esa hora iba a ver a Diego, que estaba malo, yo insistía en quedarme con el de tarde y él me decía que fuera con los demás. A las ocho le volvía a ver y me iba a casa.
El viernes me desperté e hice todo pero antes de las doce y media alguien pico al timbre, era Diego, yo ya sabía que s iba a poner bien en seguida, porque el jueves estaba casi bien, pero eso, eso no me lo esperaba. De tarde quedamos todos y fuimos a pagar a los vecinos que nos “alquilaban el bajo” MENUDA SEMANA IBAMOS A PASAR. Marcos estaba raro, asique fui con el a casa a las ocho. Nos paramos en un banco.
-¿Qué te pasa últimamente? – Le dije – esta última semana estabas muy raro
- Es que…
- Es por diego, ¿no? – le dije yo, al ver su reacción supe que era por eso. El asintió – Sabes que entre él y yo no hay nada, nada. Solo es mi mejor amigo. Tienes que entenderlo.
- Vale – me dio un beso, pero no estaba como siempre todavía – ¿Te quedas a cenar? No están mis padres y de mis hermanos solo está el mayor, anda…
- Vale, voy a llamar a mi madre.
PIPIPI…
- …
- Mamá, ¿puedo llegar a las once?
- …
- Ya voy cenada, ¿vale?
- …
- Claro mama. Chao, te quiero

Cap. 20

Colocamos las toallas dejando sitio para tres personas más, la verdad que éramos tanto que ocupábamos un buen cacho del prado, menos mal que era grande. Llegaron a los quince minutos, estábamos jugando a las cartas para que pasara el tiempo para poder bañarnos, por la digestión y eso…


-Chicos, este es Carlos – dijo Pablo. Carlos tenía un piercing en la ceja, su pelo era negro y corto, sus ojos eran marrones, llevaba la parte de debajo de un bañador y una camiseta corriente. Personalmente no lo conocíamos pero Pablo nos había dicho que era tímido al principio pero luego muy majo y sobre todo muy buen amigo.

- Estos son Carla, Aitor, Yohana, Laura, Irene, Sheila, Noelia, Jessica , Diego y Lucas – dijo Marcos. Luego fuimos presentándonos por así decirlo uno a uno.

- Hola, soy Carla, encantada – dijo sonriendo

- Encantado – dijo Carlos tímidamente y le dio dos besos

- ¡Hey! Soy Aitor – y le dio la mano

- Encantado Aitor – dijo sonriendo

Mi turno…

-Hola, soy Yohana, llámame Yo, encantada – dije yo

- Hola, igualmente – me respondió

- Hola, soy Laura, pero llámame Lau, ¿vale? Encantada – dijo dándole dos besos

- Vale, igualmente – dijo riendo un poco avergonzado

Luego fue Irene, que es la más abierta y poco vergonzosa

- ¡Chaval! Encantado, soy Irene – dijo riendo y le dio un abrazo

- Igualmente – dijo extrañado por la efusiva muestra de afecto de la loca de Irene

A continuación Sheila, que estaba embobada mirando para él, aunque no creo que se atreviera a decírselo tan pronto, para no espantarlo. Él también la miró de manera distinta.

- AQUÍ HAI AMOR – Le susurre Jessica, ella rio

- Buenas, soy Sheila – Dijo Sheila y le dio un beso en la mejilla

- Hola Sheila, encantado

Era el turno de Noelia y Jessica

- Vosotras sois Jessica y Noelia, ¿no?

- Al revés – dijeron las dos – Yo Noelia y ella Jessica – continuo solo Noelia.

- Vale – dijo riendo – encantado

- Igualmente – dijeron a la vez.

- Y tu Diego, ¿no? Y tú, ¿Lucas? – Dijo riendo

- Carlos, ¡Cuánto tiempo! – gritaron dándose un abrazo los tres. Todos quedamos flipando, si, si se conocían - ¿Por qué no dijiste que era él?, a ese campamento fuimos todos menos Marcos

- ¿Qué, vamos al agua? – dijo Diego

- Vamos – dijeron todos

- Yo me quedo – dijo Marcos – voy ahora

Yo me quede y fui a la toalla con él.

- ¡Zoquete! ¿Qué, es majo? – dije riendo

- Si, ¿viste como se miraba con Sheila? aquí va a haber algo fijo - Yo rei - ¿A ti que te parece?

- Ya, Sheila ya no está por Pablo, pero ¿y él? Que, ¿Vamos al agua?

- Ya, pero creo que ya tampoco le gusta, la última vez que hablamos me dijo que ya casi nada. Vamos.

El se empezó a colocar el gorro, estaba esperando para tirarle pero alguien se me adelanto y me tiro a mi al agua, sin duda, Diego.